Hermano, la vida no premia a los que buscan entretenimiento constante, premia a los que pueden soportar el silencio, la rutina y la soledad sin perder el enfoque. Quieres un físico imponente, pero el entrenamiento es repetitivo.
Quieres abundancia financiera, pero la construcción de riqueza requiere paciencia. Quieres ser respetado, pero el desarrollo personal exige sacrificio y constancia. Nada de esto es emocionante en el momento, pero es lo que separa a los hombres ordinarios de los que dominan su destino.
Aprende a amar la monotonía. Aprende a disfrutar la soledad. Aprende a moverte en silencio mientras los demás buscan distracciones. La grandeza no se construye en los momentos de euforia, sino en las horas silenciosas donde sigues avanzando sin que nadie te vea.
Te recomiendo leer el libro Dominio Total del Ser. Es hora de construir la mejor versión de ti...
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