[13] Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza.
Aunque el profesor Toro lo haya tildado cariñosamente de "lechugoso", no se equivoquen: este apodo, lejos de ser despectivo, nos pinta a alguien más fresco que una lechuga agua abajo, esencial y con una vitalidad que se desborda.
Como la robusta lechuga romana, el hno Batavia se alza firme en su fe, una columna inquebrantable en la congregación. Pero también tiene la versatilidad y la apertura de una lechuga de hoja suelta, siempre dispuesto a adaptarse y a ofrecer sus dones a quien lo necesite.
Batavia es un líder nato, un hermano que sirve a Dios con una devoción tan profunda que todo lo que emprende, simplemente, prospera. Es de esos seres que encarnan la frase popular –y que él, de seguro, comparte con ese toque folclórico tan suyo–: "Quien no quiere servir, no sirve para vivir".
Y es que para él, la vida es servicio, un eco constante de su consagración.
Un Intelecto tan Variado como un "Mesclun" Literario. Pero el liderazgo de Lechugoso no es solo espiritual; es también intelectual, alimentado por una curiosidad insaciable. Imaginen su mente como un mesclun de conocimientos, donde cada "hoja" representa un área de estudio.
La base de todo, por supuesto, es su profunda inmersión en las Sagradas Escrituras. Batavia no solo lee la Biblia; la estudia, la escudriña, y se sumerge en ella como quien busca un Océano de sabiduría infinita.
Sin embargo, su sed de conocimiento no se detiene ahí. Se prepara secularmente con la misma pasión, devorando literatura cristiana que nutre su espíritu y le da perspectiva.
Pero también se aventura por los intrincados caminos de la política, desentrañando los hilos del poder teniendo en cuenta los Asuntos Religiosos y los derechos humanos; además, se sumerge en las finanzas y la administración, demostrando que la fe y el buen manejo terrenal van de la mano.
En su biblioteca personal, me imagino, conviven armoniosamente obras tan diversas como "El General en su Laberinto" de Gabriel García Márquez, que seguramente lo transporta a los laberintos del poder y la soledad. Luego, de un salto en el tiempo y el espacio, se embarca en "La Vuelta al Mundo en 80 Días" de Julio Verne, quizás soñando con nuevas misiones y territorios para evangelizar, así mismo el Libro Ajá, Si lo es de automotivación.
Y no nos olvidemos de su incursión en la literatura griega –¡quizás buscando las raíces de la retórica y la filosofía!– y la filosofía judía, que le ofrece una visión profunda de las bases de su propia fe, así como la filosofia Árabe, para entender porque tanta barbarie.
El Hno Batavia, en resumen, es la prueba viviente de que ser "lechugoso" es sinónimo de ser estudioso, nutritivo y esencial. Es un hermano que honra a Dios con su espíritu y su intelecto.
¡Gracias, Profesor Toro Líder nacional de InvD!
Y no puedo cerrar esta descripción sin antes lanzar un aplauso virtual al profesor Jhon Fernando Toro.
Su singular manera de sembrar la curiosidad y el deseo por la escritura es, sin duda, una bendición. ¡Gracias, profe, por estas "semillas de lechuga que como la mercaderista de Olímpica nos da una prueba para motivar la venta" el docente Toro nos invita a reflexionar y a plasmar en palabras la belleza de personas como el hermano Gelnis Batavia! Es evidente que su "toque de humor" inicial nos guio por un camino ameno y con argumentación.